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Test drive

MINI Roadster John Cooper Works a prueba

Vanidad, estilo y poderío definen a este biplaza.

MINI Roadster John Cooper Works a prueba

 

Antecedentes

Pocos vehículos son divertidos de manejar como un MINI y más aún al ser un auto realmente atractivo. Si bien recién ha llegado al país la versión Coupé -y no estamos seguros del arribo del Roadster a Argentina- ya tuvimos la oportunidad de probarlo y no la desperdiciamos. En esta ocasión nos subimos a la versión más equipada de la línea que cuenta con detalles distintivos John Cooper Works tanto en la carrocería, llantas e interior.

 

Características técnicas y mecánicas

Este pequeño tiene un motor con turbo e inyección directa de 1.6 L que desarrolla nada menos que 211 CV a 6.000 rpm y un torque es de 260 Nm disponibles entre 1.850 y 5.600 rpm. Su transmisión es manual de seis marchas acopladas a una tracción delantera.

Referente al desempeño, el MINI Roadster John Cooper Works acelera de 0 a 100 Km/h en sólo 6.5 segundos, tiene una velocidad máxima de 238 Km/h y su rendimiento de combustible en ciudad es de 10.6 Km/l.

En cuanto a dimensiones, tiene una longitud de 3.729 mm, el ancho es de 1.683 mm y la altura es de 1.407 mm. El peso total es de 1.140 Kg, la capacidad del baúl es de 160 litros y el tanque de combustible de 50 L.

En el rubro de seguridad cuenta con discos de freno en las cuatro ruedas con sistema ABS. Asimismo ofrece control de tracción y estabilidad. Los airbags son seis en total y protegen en caso de un choque frontal o lateral. Finalmente las gomas son Runflat que, en caso de una eventualidad y pérdida de presión permiten recorrer hasta 80 Km.

 

Interior

Como en todos los MINI, el peculiar y atractivo diseño del habitáculo es lo que define a cada unidad de la marca y este modelo no es la excepción. En el centro de la consola contamos con el estéreo, controles de operación –entre ellos los del aire acondicionado- pantalla para monitorear todas las funciones del sistema de info-entretenimiento y el velocímetro de gran tamaño. Del lado del conductor está el tacómetro, un velocímetro digital y el odómetro.

Dado que el atractivo de este singular MINI es su estilo roadster, el techo se pliega y se extiende fácilmente manualmente, sin necesidad de bajarse de la unidad.

 

Manejo

Sin duda esta versión del MINI es una de las más divertidas de manejar en cualquier circunstancia. Ya que es un producto ideal para uso diario como para salir a dar una “vuelta” con una buena compañía.

Su impresionante aceleración y sonido te enamorarán cada vez que el semáforo se ponga en verde, aunque hay que reconocer que se toma como dos segundos para despegar. Una vez encaminado los cambios entran a placer y responden impetuosamente para moverte en rectas, al igual que en pendientes ascendentes o descendentes.

Su comportamiento en ruta es por demás ágil al igual que atrevido, la seguridad que otorga al volante se agradece en gran parte por su excelente firmeza y el buen trabajo de la dirección –hay que aclarar que mucho mérito se lo llevan los controles de tracción y de estabilidad.

Al igual que acelera, este roadster tiene grandes poderes para frenar en tramos cortos o de emergencia, haciendo sentir a su conductor seguro gracias a su pronta y firme respuesta.

Entre las cosas que podríamos tener como “peros” en este singular MINI, sería solamente su elevado consumo de combustible y una suspensión demasiado rígida para una ciudad donde los pozos están a la orden del día, lo que hará un poco fastidioso tratar de evitarlos y “doloroso” si llegás a “caer” en alguno. Como último detalle hay que nombrar al spoiler trasero que se levanta a los 80 Km/h reduciendo un poco la visibilidad en el retrovisor.

 

Conclusión

Aunque las capacidades de espacio no sean su fuerte, si buscás un auto con un desempeño sobresaliente para divertirte, moverte a diario y atraer todo tipo de miradas, esta es una excelente opción.

Jorge Blancarte Texto y Fotos recomienda