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Test drive

Manejamos a la nueva BMW X6 M, en la pista de Austin, Texas

Comprobamos que esta Sports Activity Coupé en su variante más deportiva es capaz de desafiar las leyes de la física.

Manejamos a la nueva BMW X6 M, en la pista de Austin, Texas

Austin, Texas. La firma teutona BMW está lanzando al mercado la segunda generación de la X6 más extrema y rabiosa que se puede comprar, nos referimos por supuesto a la X6 M. Aunque en primera instancia parecería que no hay cambios muy profundos con respecto de su predecesora, (ya que el motor es virtualmente el mismo) basta revisar el resto del conjunto para darnos cuenta que no es así.

 

Tecnología de última generación

Ya que hablamos del motor, se trata del ocho cilindros con 4.4 litros de desplazamiento TwinPower Turbo con inyección directa que eroga ahora 575 CV (+20 CV) y 749 Nm de torque (+70 Nm). Es decir, el más potente jamás fabricado por M Motorsport para un vehículo de tracción integral.

La transmisión ahora es automática Steptronic de ocho velocidades preparada especialmente por M Motorsport, la adición de esta caja no solo permite un mejor aprovechamiento de la potencia del motor, sino que también ha logrado disminuir un 20% el consumo de combustible en relación con el modelo anterior.

El sistema de tracción integral nuevamente es el sofisticado xDrive, que es capaz de transferir hasta el 100% del torque entre cada eje y que además, gracias a la ayuda del Dynamic Performance Control (un sistema de funcionamiento eléctrico que es capaz de transferir la potencia entre las ruedas posteriores para así otorgar torque de giro) hacen de esta X6 M un vehículo con niveles de agarre y control impensables considerando su tamaño y altura con respecto del suelo.

Claro que las capacidades dinámicas de la X6 M no se deben exclusivamente al impresionante hardware que acabamos de describir; la electrónica incorporada juega un papel fundamental, empezando por el DSC (Dynamic Stability Control), que cuenta con tres modos de funcionamiento, es posible conducir este titánico SAC ya sea como un cómoda y segura "nave rutera" para toda la familia o bien como un auténtico auto de carreras.

En modo normal, el DSC funciona como cualquier control de estabilidad, garantizando que el vehículo mantenga la compostura bajo toda circunstancia que se pudiera presentar en el camino. Sin embargo, al activar el modo M Dynamic Mode, (MDM) el sistema permite cierto grado de deslizamiento que se vuelve muy útil al momento de conducir al límite si no se tiene el expertise de un piloto profesional. Aun así existe la posibilidad de desactivar el DSC por completo en caso de que se tengan manos expertas o simplemente se quiera arriesgar de más.

Pero el DSC es la punta del iceberg hablando de electrónica, el X6 M cuenta también con controles independientes que permiten modificar la puesta a punto de: dirección (varía el nivel de asistencia y la rapidez de respuesta), suspensión (varía la rigidez de los amortiguadores) y gestión del motor (la respuesta del pedal de acelerador cambia). Adicionalmente, la transmisión que se puede manipular desde las levas de cambio detrás del volante, cuenta con una función que permite al conductor manipular la velocidad de los cambios.

 

Diseño

Si hay algo que tradicionalmente ha hecho bien BMW M es dotar a sus vehículos de algunos elementos distintivos, que son reconocibles a simple vista y les permiten diferenciarse de los modelos BMW menos potentes, pero sin caer jamás en el mal gusto.

Las salidas escapes circulares gemelas, discretos emblemas aquí y allá, así como unas inmensas tomas de aire que sirven para proveer de todo el aire necesario a los inmensos sistemas de frenos e intercoolers y por último, unas inmensas llantas de 20 pulgadas con diseño de brazos delgados que dejan ver unos calipers pintados en azul completan el paquete visual que dicho sea de paso, siempre es funcional también.

 

El interior

La cabina es absolutamente BMW, reconocible como un vehículo de la firma bávara al instante. Sin embargo, la combinación de materiales como: aluminio, fibra de carbono, alcántara y cuero crean una atmósfera simplemente exquisita.

Las butacas forradas en cuero son de nuevo diseño, envolventes y de una pieza hasta la cabecera, además de ofrecer gran cantidad de reglajes eléctricos. La verdad es que se ven increíbles.

Evidentemente, al ser un BMW M, hay ciertos elementos que son imprescindibles tales como: Volante forrado en cuero con costuras en rojo y azul, pomo de la palanca de cambios de aluminio con el logo M, estribos del mismo material con la leyenda BMW M, así como un sello en el respaldo de los asientos.

Por lo que hace al equipamiento de conveniencia y seguridad y como no podía ser de otra manera en un vehículo de esta categoría y precio, el X6 M ofrece absolutamente todo.

Empezando por lo más destacado en seguridad tenemos cámara de reversa (con una resolución sorprendente), alerta de cambio de carril con vibración en el volante, sensor de presencia en punto ciego, alerta de colisiones que en caso necesario es capaz de frenar el vehículo por sí solo, así como los ya obligados ABS y airbags.

En cuanto a los elementos de conveniencia tenemos interfaz Bluetooth, navegador, Connected Drive, controles en el volante, climatizador de 4 zonas y un largo etc.

 

Manejo

Bueno, ahora si pasemos a lo importante y es que el escenario para este lanzamiento mundial no fue otro que el Circuit Of The Americas (sí, la pista de Fórmula 1) pero nuestros amigos de BMW tenían que llenarla de emoción, así que antes de disfrutar de este bestial X6 M en la pista salimos a hacer un recorrido por freeways, o sea, caminos secundarios y urbanos para conocer el comportamiento del vehículo en las condiciones en que se desempeñará en la gran mayoría de las ocasiones.

Para estos caminos, lo más apropiado es poner todos los sistemas en modo confort y disfrutar de toda la comodidad que el X6 M es capaz de entregar, aunque a estas alturas sigue sorprendiéndonos la manera en que la electrónica puede modificar el comportamiento de un vehículo para ofrecer trayectos suaves y silenciosos o transformarse en un desempeño radical y deportivo. Y es que en la calle, el X6 M puede rodar a regímenes inferiores a las 2 mil vueltas, con una calidad de marcha impecable y sin transmitirnos las imperfecciones del camino, pero con tan solo insinuar el pedal de acelerador para incorporarnos a una vía rápida o efectuar un rebase, podemos despertar a esos demoníacos 575 caballos que viven bajo el capó y pegarnos con violencia al respaldo del asiento.

Aunque BMW asegura que el rendimiento ha mejorado en un 20% y no tenemos por qué dudarlo, lo cierto es que el X6 M es un vehículo sediento y en todo caso los consumos serán, en el mejor de los casos elevados, aunque si le exigimos a fondo se pueden tornar criminales en un santiamén.

Luego de sobrevivir a los soporíferos caminos del gigante país del norte llegó lo interesante, después de recibir algunas indicaciones acerca del Circuit of The Americas es momento de pasar a los pits (que como dato cultural eran los que utiliza Ferrari, de hecho el nombre de Fernando Alonso sigue ahí acompañando al de Kimi Raikkonen) para conducir el X6 M en la impresionante pista. Los encargados de liderarnos son nada menos que los pilotos de la DTM Bruno Spengler y Martin Tomczyc, cuya ayuda resultó valiosísima ya que nos fueron trazando las trayectorias ideales en todo momento, indicándonos las zonas de frenada y cómo aprovechar al máximo las capacidades del X6 M ya que el circuito de Austin es rapidísimo y muy técnico.

Fue bajo estas circunstancias que pudimos comprobar la diferencia tan dramática que resulta de un vehículo firmado por BMW Motorsport. Pese a tener una masa de 2.265 kilos, el X6 M acelera con una contundencia que rivaliza con la élite del mundo de los autos deportivos (el 0 a 100 km/h se alcanza en apenas 4.2 segundos). Sin embargo, esto no es lo más impresionante, sino la manera en que es capaz de hilvanar las curvas a máxima velocidad, empleando electrónica y mecánica de una manera casi mágica que parece ignorar buena parte de las leyes de la física, ya que no debemos olvidar que no solo es pesado, sino también más alto que un deportivo común.

Por su parte, los frenos virtualmente incansables tienen una eficiencia soberbia y justamente cuando pareciera que no les queda más poder, basta presionar el pedal con toda nuestra fuerza para extraer otro poco de capacidad.
   

Conclusión

No cabe duda que el BMW X6 M es un triunfo de la ingeniería, es capaz de moverse con una agilidad inverosímil considerando su tamaño y peso. Es un crossover, camioneta, SAC o como se le prefiera llamar, pero de verdad tiene credenciales de deportivo serio, aunque claro está que no sería necesaria tanta electrónica si se ciñera a los principios de los autos deportivos según Colin Chapman (ser bajos y ligeros). Pero los mercados tienen la última palabra y en general, todos quieren que existan X6 con prestaciones de M4.

BMW X6 M  estará disponible en Estados Unidos a finales del mes de marzo con un precio inicial de USD 102.100, mientras que para los diferentes mercados del mundo empezará a estar disponible a partir de abril.

 

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