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Test drive

Prueba Honda HR-V ELX

¿Logra la casa nipona situarse en lo más alto del segmento de los SUV compactos?

Prueba Honda HR-V ELX

Luego de varios años de ausencia, el nombre HR-V vuelve al ruedo para pelear en un segmento que ha florecido fuertemente en los últimos años. Ante este panorama, Honda decidió posicionarse en lo más alto de los SUVs compactos y en esta prueba analizaremos si realmente lo logra.

 

Mecánica y seguridad

Producido en Argentina para el Mercosur, el nuevo Honda HR-V es un producto global que comparte bases con la nueva generación del Fit, con suspensión trasera por barra de torsión en lugar del multibrazo de la CR-V, pero con componentes más propios del Civic como el motor 1.8L de 140 CV. Respecto de sus medidas, está entre las más grandes del segmento, excepto la Renault Duster, pero también es la más baja entregando proporciones más urbanas. Esto último también se ve reflejado en la ausencia de versiones 4x4. En el caso de la transmisión, hay una manual de 6 cambios o una CVT opcional en la versión LX y de serie en la ELX aquí probada.

Respecto de la seguridad, todas las Honda HR-V integran control de estabilidad (VSA), cuatro frenos a disco, ayuda para arranque en pendientes (HSA), anclajes ISOFIX, 5 apoyacabezas y misma cantidad de cinturones de tres puntos. En el caso de la versión probada se incluyen los airbags laterales y de cortina.

 

Diseño e interior

Estéticamente la nueva Honda HR-V sigue los pasos de su hermana mayor entregando una imagen más on que off road, especialmente en el lateral con el techo en descenso hacia el perfil de fuga y la línea acristalada en forma de arco. Completan las manijas de puertas traseras escondidas (hay que acostumbrarse a buscarlas allí), el grueso spoiler, las luces traseras en posición horizontal y la ausencia del auxilio en el portón. El resto del cuerpo acompaña con una línea de expresión ascendente que surge de la parrilla, contornea los guardabarros delanteros y se esfuma en la puerta posterior, y otra que nace en la delantera y se funde con el pilar trasero.

En la cabina el ambiente es sobrio y práctico, pero no exento de detalles interesantes como las tres angostas bocas de aire del lado del acompañante, la consola central flotante y el dúo pantalla/climatizador táctiles, todo mezclado con la clásica practicidad de Honda expresada en botones grandes como los del volante. Las terminaciones son muy prolijas, los plásticos buenos y hay detalles interesantes como la tela que cubre toda la parte superior de las contrapuertas o el recubrimiento suave de la parte central del tablero.

 

Equipamiento y practicidad

El aspecto más destacado de la Honda HR-V es el espacio interior, especialmente en las plazas traseras que además utilizan el mismo sistema modular del Fit. Esto último permite reclinar los respaldos, plegarlos por completo para crear un piso realmente plano y levantar los asientos creando un área de carga donde un niño entra parado (ver en la galería de fotos). El baúl es grande y con 437L supera a todos sus rivales menos a la Duster.

Respecto de las bondades ofrecidas por la nueva Honda HR-V, está la pantalla táctil de 7” bien colocada al alcance de la mano. Basa en el sistema Android ofrece funcionamiento rápido y similar al de una tablet con funciones táctiles como hacer zoom con dos dedos, varias opciones de personalización, actualización y menús fáciles de utilizar. Además incluye Navegador, dos entradas USB, una HDMi y conectividad Bluetooth.

 

Comportamiento dinámico

La nueva Honda HR-V es muy fácil de llevar en ciudad, el motor empuja bien, la caja CVT da total fluidez al movimiento, la dirección es ligera y las suspensiones filtran correctamente las irregularidades. Los espejos laterales grandes ayudan en el tránsito, pero la cintura metálica tan alta eclipsa los cordones cuando queremos estacionar por lo que es muy bienvenida la cámara de retroceso.

En ruta se siente bien plantada y la cabina está bien insonorizada, viajando a 120 km/h (117 km/h reales) con solo 2.100 rpm. Si a esto le sumamos los asientos cómodos y grandes que parecen sacados del Civic, la HR-V es una gran aliada para cubrir grandes distancias. A la caja CVT no le gusta que la estén “apurando” con el pie derecho, si se pisa con fuerza el acelerador lleva al motor hasta los 4.000 giros y de ahí deja que la aguja vaya subiendo. A diferencia de otras CVT actuales, una vez llegado al límite del motor no simula cambios, lo que resta sensación de aceleración, aunque puede viajar bastante rápido.

A la hora de los curvones el rolido es el correcto para un vehículo de su altura y en las curvas cerradas el tren delantero cederá progresivamente avisando con tiempo que hay que levantar el pie del acelerador.

Respecto de los consumos, durante la prueba obtuvimos buenos resultados para la potencia, tamaño y peso de la HR-V, que si bien es compacta, tampoco es chica. En ciudad registramos 11.2 L/100 km (8.9 km/L) y a 120 km/h constantes unos 7.1 L/100 km (14.1 km/L). Un detalle interesante es el aro que enmarca al velocímetro que se ilumina según como tratemos al acelerador, verde cuando somos responsables con el consumo, blanco cuando somos más vehementes.

 

Conclusiones

Si bien la HR-V se posiciona en el segmento de los SUV compactos, tiene muchas características de un modelo del segmento siguiente, al nivel que podría ser vista como una alternativa para quien quiere un Civic hatchback, que no se ofrece en el país. Si lo pensamos desde esta perspectiva comienza a justificar parte del extra de precio respecto de sus competidores directos; aunque necesitaría tener más equipamiento en toda la gama, ya que por espacio, calidad y dinámica tiene los argumentos correctos.

Hernando Calaza. Fotos: Ezequiel Las Heras recomienda