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Test Drive Hyundai Veloster: Ahora va rápido

Mantiene la configuración de 3 puertas, pero ahora ¡tiene potencia! Analizamos todo en esta prueba de manejo.

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El Veloster original llamó bastante la atención, no tanto por ventas ya que es un modelo de nicho en Argentina, sino por su planteo asimétrico que lo posiciona como una coupé de un lado y un hatchback del otro. Sin embargo, la primera generación tuvo más de un punto criticable, empezando por la (falta de) velocidad y, desde mi punto de vista, por un diseño forzado.

Probamos el 1.6T Ultimate de 204 CV

Ahora llegó la segunda generación a Argentina y prometa erradicar las críticas, al menos en esta versión 1.6T Ultimate con 204 caballos. Vamos a analizarla en esta prueba.

 

Diseño: más coupé sin exagerar

El Hyundai Veloster original era interesante de frente con rasgos de fortaleza empezando por la parrilla y siguiendo por los guardabarros bien anchos; sin embargo, desde mi punto de vista, flaqueaba en el plano trasero donde parecía un armadillo por la combinación de portón y faros chicos con techo angosto y pasos de rueda demasiado sobresalientes.

El Veloster original parecía un armadillo

¿Cómo responde el Veloster en su segunda generación? En primera instancia mantiene el frontal robusto (aunque no me gusta la nueva parrilla de Hyundai) pero recurre a los nuevos lineamientos de la marca, más limpios y prolijos. En la zaga el tema se resuelve con una carrocería más ancha y los hombros ahora definidos por nervaduras que ensalzan visualmente a los guardabarros. Se suma un spoiler grande, faros alargados y dos falsas salidas de aire colocadas bien en los extremos para aumentar el aplomo visual.

Otros datos interesantes en el diseño del Veloster son las grandes llantas de 18” con caucho 225/40, splitter delantero, faldondes rematados con la palabra Turbo y un difusor grande en tono metalizado con la doble salida de escape en el medio. . Curiosamente en el frente hay dos falsas entradas de aire, pero en sus costados si hay dos auténticas ranuras canalizadoras de flujo.

 

Interior: ambiente deportivo y equipado

La cabina del Hyundai Veloster reúne sobriedad, deportividad y sensación de calidad. Curiosamente, en el tablero no hay plásticos suaves al tacto, pero los materiales se sienten sólidos y de calidad con un interesante trabajo de texturas. Al negro omnipresente, se le suman acentos en rojo distribuidos en pequeñas dosis por el volante, pomo de cambios, estéreo y asientos.

no hay plásticos suaves al tacto, pero los materiales se sienten de calidad

Los asientos son cómodos, el del conductor se regula de manera eléctrica para asiento y manual para respaldo, el volante es grande y el cuadro de instrumentos simple, claro y bien presentado con toques rojos y de relojería. La practicidad es buena con varios porta objetos, incluyendo dos “posabotes” y guantera debajo del apoyabrazos.

 

Vade retro ¿sirve la tercera puerta?

Empecemos por los asientos traseros, son dos, anchos y con buen espacio para que una persona de 1,75 metros (mi altura) entre correctamente atrás de otra de la misma altura. La tercera puerta se coloca del lado de la vereda para los que manejamos del lado correcto, y si bien es chica y hay que doblarse un poco para entrar (supongo que un sub 20 no se quejaría tanto), es mucho mejor que tener que esperar a que el de adelante se baje para luego lanzarse de culata a los asientos traseros. Además, tenés una ventanilla más grande del lado derecho que tiene levantacristal eléctrico.

Si bien la tercera puerta es chica es mucho mejor que lanzarse de culata a los asientos traseros

Hablando de puertas nos queda el portón trasero cuya boca alta nos hace pensar que conduce a un baúl chico. La verdad es que tenemos 303 litros, poco para un hatch del segmento C, pero más que bien si lo vemos del lado coupé. Además, podés reclinar los asientos traseros y estirar la capacidad sobre los 1.000 litros. Lo que no me gustó es lo que se esconde debajo del piso ya que se trata de una galletita en medida 125/80 R16.

 

Equipamiento y seguridad

Respecto de la dotación de confort y seguridad, podés ver el equipamiento completo en el Catálogo de Autocosmos solo voy a destacar algunos elementos de la versión 1.6 T Ultimate de esta prueba como acceso y encendido “sin llaves”, asientos calefaccionados y ventilados, tapizados en cuero y un techo eléctrico de dimensiones generosas.

la dotación es la esperable con 6 airbags, Isofix, ESP y cuatro discos de freno

En seguridad esperábamos algo más, no por la dotación que es muy buena, sino por el precio ya que en esta franja algunos competidores ofrecen algunas de las dichosas ADAS (siglas en inglés de Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor) como detector de peatones con autofrenado o mantenimiento automático de carril. Te decía que la dotación es la esperable con 6 airbags, Isofix, ESP y cuatro discos de freno, entre lo más destacado.

 

Multimedia: el bueno, el malo y el feo

A muchos le molesta la pantalla flotante del equipo multimedia, en mi caso no hay problema, sin embargo, en este caso no me gusta el diseño del marco algo grosero. El equipo no tiene GPS propio, pero si trabaja con Android Auto y Apple CarPlay, es rápido y tiene la posibilidad de controlarse tanto de manera táctil como por varios botones que te llevan directamente a cada funcionalidad.

el “medidor deportivo” que incluye presión del turbo, fuerza G y torque

Hablando de funcionalidades, una que me encantó es el “medidor deportivo” que incluye presión del turbo, fuerza G y torque. Otro punto interesante es que hay dos entradas USB (una para para y otra para carga/Mirror Link) además de cargador inalámbrico.

 

Comportamiento dinámico: de Lentoster a Veloster

El Veloster original nos llegó con un solo motor, un 1.6L de 130 CV que estaba bien para un i30, pero no daba el fuste de un auto con pretensiones deportivas reales. Ahora repite la cilindrada pero suma un turbo y el establo ahora tiene 204 equinos y 265 torques. La tracción sigue siendo delantera, pero ahora la digestión la hace una caja doble embrague de 7 cambios.

El Veloster 1.6 T Ultimate es prácticamente un proyectil

¿Qué tal va? El Veloster 1.6 T Ultimate es prácticamente un proyectil. La marca declara 7,1 segundos para pasar de 0 a 100, pero me interesó más el 80 – 120 que en mis mediciones fue de 5,30 segundos en D y de 4,40 segundos colocando 3º con el sistema secuencial (ya sea desde la palanca como desde las levas al volante). Como referencia tomemos a la prueba del 308 S GT de 225 CV y caja AT8 al que le cronometré 6,7 segundos de D y 4,95s en Sport para el 80 – 120 km/h.

el 80 – 120 que en mis mediciones fue de 5,30 segundos en D y de 4,40 segundos colocando 3º

Ya sabemos que el Veloster ahora es rápido en recta… y en curva también con un tren delantero lleno de agarre y una suspensión trasera que ayuda a redondear curvas. La gran diferencia está en que pasa del esquema semiindependiente anterior a un multibrazo. La buena noticia es que al igual que el modelo anterior podés hacerle “barrer” la cola en curva levantando rápido el pie del acelerador en plena curva. El equipo de frenos se siente poderoso aunque el tacto del pedal sea algo gomoso. Algo similar pasa con la dirección donde esperaba una reacción más rápida y filosa.

 

Cruceros y consumos

Lo bueno del Veloster es que te da su performance sin sacarte del mundo del confort. Obviamente, hay que cuidar el perfil bajo de las cubiertas y si no sos cuidadoso podés llegar a rascarle la panza contra lomos de burro (al menos con tres personas adentro). En ruta a 120 km/h reales (unos 123 km/h de velocímetro) viaja en 7º apenas sobre las 2.500 rpm con la cabina bien insonorizada.

te da su performance sin sacarte del mundo del confort

En este comportamiento dual entre hatchback y coupé, entre deportivo y confortable, el Veloster te ofrece distintos modos de manejo que van desde el ecológico al deportivo. En ese abanico se destaca el modo Smart que pasa solo de confort a sport según la actitud de tu pie derecho. Si mantenés una conducta relajada el consumo también es bueno con unos 10 L/100 km en ciudad y 6,4 L/100km a 120 reales constantes.

 

Conclusiones

Si el Veloster original fue más espuma que bebida, este tiene verdaderas burbujas ya sea por diseño, equipamiento, comportamiento y sobre todo velocidad. Queda el tema precio, que no es especialmente barato, podés verlo en el Catalogo de Autocosmos y también compararlo con los modelos que quieras en nuestro Comparador.

 

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